Estereotipos.

Esta imagen que veis es la del bar de la piscina del hotel H10 Timanfaya Palace, el nombre de los hoteles da para otra entrada, en el que me he alojado estas vacaciones.

En este caso no voy a hablar del hotel, sino de los huéspedes que lo completábamos esa semana.

El buffet de un hotel refleja de una manera sólo superada por los geniales chistes de Forges, los estereotipos del personal en vacaciones.

Si sois un poquito observadores, como es mi caso, os divertireis comprobando que da igual el país, en todos ellos están las mismas familias, diferenciadas por sus apellidos. Los García son exactamente igual que los Smith, bueno exactamente igual no, que éstos tienen pecas y son muy blancos y aquéllos no compran la ropa en el tapicero.

Empezaremos por describir al matrimonio cincuentón con hija única peleada contra el mundo.L a cara de paciencia de esa madre no tiene precio.No sólo tiene que aguantar a la niña, sino los reproches del padre por "haberse relajado en su educación" (dixit). Esa jovencita vestida con minifalda en tonos militares, top negro dejando lucir un piercing en ombligo, uñas negras y largas, discreta raya en el ojo confundida con las patillas de unas gafas, bisutería (que me hizo pensar como se las ingenió para cruzar el control del aeropuerto) calzado con plataforma y por supuesto el ipod sin importarle lo más mínimo que estuviera sentada en la mesa con sus padres. No tiene nada que conversar con ellos y mucho menos escucharlos.

Pegados a la niña en cuestión una pareja de enamoradisimos novios no acaba de decidirse por un plato de salmón ahumado más parecido a las hojas del suplemento de economía del País un domingo, que a cualquier pez o una paella como sólo los grandes cocineros de Nueva Zelanda saben preparar.

La conversación no difiere mucho de esta:

-Cari, yo creo que el salmón tiene mejor pinta que la paella

-No gordito, toma salmón que te estás poniendo este veranito que ...

-Vale cielito,pero que sepas que porque me lo pide mi niña que si no...

A todo esto le pasa la mano por la cintura a ella , con lo cual el pan que lleva en la mano se cae al suelo, al intentar cojer el pan se cae lo que lleva en el plato que le ocupa la otra mano y entre tanto los demás... esperando a servirnos en el buffet mientras los tortolitos dejan el suelo regado de salmón ahumado con alcaparras.Y gracias que "su niña" se decidió por que comiera salmón, porque el arroz habría dejado hecho un Cristo todo el suelo.

-Ay cari, si es que mira que mira como me tienes, ... loquito y claro en cuanto que se den cuenta de la persona tan cursi que tienen al laado lo acaban dejando,normal.

Estos son sólo dos ejemplares de nuestra fauna vacacional,pero habrá más amenazo.....