Hay besos que duelen como dagas
con sabor a dulce despedida
que el triste aliento nos señala
la cruel y dura puerta de salida
besos que resumen una vida,
siluetas dibujadas con dos tizas,
contornos de profundas heridas
que nunca jamás se cicatrizan
besos sangran por las comisuras
se encadenan al recuerdo como presos
tatuando la nostalgia del amor
del maldito y fiel último beso